La especialista de Transporte participó en uno de los seis eventos más importantes de la disciplina en el mundo.

Tras ser una de las relevistas del paso de la antorcha panamericana por Antofagasta, la especialista de Transporte de Minera Zaldívar, Anita Figueroa, cumplió un nuevo sueño en materia deportiva. Esta vez participó en una de las competiciones deportivas más importantes del mundo: la maratón de Nueva York.

¿Por qué decidiste correr la maratón de Nueva York?

Para los maratonistas aficionados existe un tipo de medalla simbólica que se ve representada al participar en los seis eventos más importantes de la disciplina en el mundo, es decir, en Chicago, Boston, Berlín, Londres, Tokio y Nueva York. Entonces, tengo un grupo de varios amigos que buscan ese logro, uno ya lo obtuvo y dos están en camino, por lo que me motivaron a intentarlo. La verdad es que no lo tenía planificado, pero pensé ‘tengo el tiempo, la motivación y la edad necesaria para intentarlo’, después de todo, correr es una de mis grandes pasiones.

¿Cómo fue la preparación?

Para estos eventos necesitas al menos 16 o 18 semanas de preparación, por lo que desde que me motivé a competir, tenía el tiempo justo para alistarme. Hablé con mi entrenador y empezamos a planificar el plan de entrenamiento, mi dieta y la recuperación de una de mis rodillas, ya que venía arrastrando una lesión. Fue un periodo súper estresante porque debí limitar alimentos, horas de sueño y todo tipo de distracciones que podrían afectar mi desempeño en la carrera.

Cuando llegaste a la competición, ¿cuál fue tu sensación?

Desde el primer día que llegué a la ciudad fue una experiencia atómica. Conocer a los maratonistas profesionales, ver la expectación de la gente y la organización de nivel mundial me dejó anonadada. He participado en muchas maratones por Chile, pero la verdad es que nunca imaginé que fuera tan impresionante. No podía creer dónde estaba, las emociones me desbordaban, afortunadamente me encontré con mis amigos antofagastinos y me contuvieron.

¿Cómo fue el punto de partida?

Estaba muy emocionada y ansiosa. Tenía las pulsaciones muy elevadas y eso que ni siquiera había comenzado, por lo que tuve que alejarme un poco, acariciar a unos animalitos que estaban cerca y recuperar la tranquilidad. Los espectadores se acercaban, se tomaban fotos y conversaban de la carrera, todo era muy surreal, fueron más de 55 mil corredores y alrededor de dos millones de asistentes ¡una locura!

¿Cómo fue la carrera?

En cada kilómetro había personas alentando con pancartas, aplaudiendo e, incluso, te daban comida para que pudieras recuperar energía. Recorrimos Manhattan, Brooklyn y otros lugares históricos de la ciudad, podíamos observar todo tipo de eventos paralelos, era una verdadera fiesta del deporte, no había manera de no finalizar la carrera. Si bien estaba muy concentrada, no podía evitar emocionarme, ya que esto lo hago por pasión.

Ya en el cierre de la carrera, ¿cómo fue el fin de los 42 kilómetros?

Mi propósito era lograr la meta en 4 horas y 30 minutos, para intentar meterme entre las diez mejores chilenas de mi categoría, pero lamentablemente tuve una partida muy lenta, por lo que terminé de correr con menos expectación en cuanto a los resultados, concentrándome sólo en el sueño cumplido que disfruté cada segundo. Ya sin expectativa, con mi entrenador revisamos mi tiempo, que finalmente fueron 4 horas y 40 minutos, y nos encontramos con la sorpresa de haber quedado como la tercera mejor chilena, no lo podía creer.

¿Cuáles son tus próximos desafíos en materia deportiva?

Prepararme para Chicago y Berlín, esta última maratón cumple 50 años y sería muy lindo ser parte. Para eso, primero iré a correr a la maratón de Santiago en abril de 2024, buscando una marca que me clasifique a estos eventos en el extranjero.

Me voy a esforzar para poder lograr las seis maratones más importantes y ganar esa medalla simbólica que tanto prestigio tiene dentro de nuestro círculo, ya que sería la primera mujer antofagastina en obtenerla. En ese camino, quiero agradecer a mi familia y a la Compañía, que me han apoyado en todo momento y espero me sigan apoyando para lograr este objetivo.