La iniciativa busca alejar a las personas de la exposición al ruido nivel cuatro, resguardando su bienestar.


Reducir el nivel de exposición al ruido al que están sometidos actualmente los operadores de la sala de control de la correa transportadora 138, resguardando así su bienestar y salud ocupacional, es el principal objetivo de la reubicación de esta infraestructura.
El superintendente del Área Seca, Wilson Cereceda, explicó que hoy la sala no cuenta con la hermeticidad necesaria para proteger a los trabajadores del ruido nivel cuatro, por lo que, junto al equipo de terreno de operaciones del sector, gestionaron un contenedor con la gerencia de Proyectos que será especialmente adaptado como una nueva sala de control.
“Esta instalación se ubicará frente a las CT-137 y CT-139, lejos de las fuentes de ruido actuales. Vamos a realizar las mediciones correspondientes para asegurarnos de que esta exposición se reduzca a un nivel dos», aseguró Cereceda.
Planificación y desarrollo
El superintendente agregó que la reubicación implicará también la intervención del equipo eléctrico y de control de la gerencia de Mantenimiento, quienes trabajarán en habilitar la nueva sala, permitiendo que los operadores tengan un mejor confort y seguridad en su lugar de trabajo.
La sala de control de la CT-138 es esencial para la operación del tripper (carro repartidor) de esta cinta transportadora, que es parte crucial del proceso de manejo de materiales en la planta. La nueva ubicación mejorará no sólo la seguridad y salud de los operadores, sino que también la eficiencia operativa del área.
Este proyecto de reubicación se llevará a cabo en el corto plazo, con una proyección de finalización de aproximadamente un mes.

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