El proceso permitió ejecutar mejoras postergadas y fortalecer la cultura preventiva entre equipos propios y empresas colaboradoras.

Un importante hito vivió recientemente el Área Seca de Minera Zaldívar, tras completar exitosamente el proceso de shifting de apilado. La actividad, que involucró el desarme y montaje del puente apilador, se extendió por 11 días y movilizó a más de 760 personas y 15 empresas colaboradoras.

“El shifting fue un evento mayor que nos permitió intervenir no solo el puente apilador, sino también abordar vulnerabilidades en el chancador primario, áreas secundaria y terciaria, y en la planta de apilado”, explicó el superintendente de Ejecución del Área Seca, Patricio Cruz.

Una de las empresas protagonistas fue MB Ingeniería, encargada del desarme y montaje del puente, mientras que otras colaboradoras se distribuyeron en distintos frentes de trabajo clave.

Mantenimiento de alto impacto

Uno de los trabajos más destacados fue el cambio de correas: 1.034 metros fueron reemplazaron en la correa 34 y 1.500 metros en la correa 32, tareas de alta energía y riesgo ejecutadas con éxito. “Son actividades que llevaban meses pendientes y que logramos concretar gracias a una planificación rigurosa y al compromiso del equipo”, aseguró Cruz.

Seguridad como eje central

Durante todo el proceso, la seguridad fue prioridad. No registraron incidentes con lesiones, un resultado que, según el superintendente, se debe al enfoque del Sistema de Gestión de Excelencia (SGE) y a los cinco Sellos de Liderazgo que promueve la compañía. “Aplicamos el sello ‘Hacerse cargo’, integramos perspectivas diversas y tuvimos siempre presente la mejora continua. Eso hizo que el resultado fuese positivo, con cero accidentes”, añadió.

Finalmente, el superintendente, dijo que el mantenimiento reflejó lo mejor del equipo humano de Zaldívar. “Estos procesos sacan lo mejor de nosotros. Fue un trabajo colaborativo, apasionado y con calidad. Nos sentimos orgullosos de haberlo desarrollado en forma oportuna y segura”.